Admirándola

Mire a Ginny a lo lejos y me acerque.
- La Saeta de Fuego, es preciosa ¿no? La comprare ahora que me decidí entrar al equipo. ¿Tú también la compraras?

Me reí.
-Yo tampoco tengo dinero-suspire-. Tardare mucho en juntar, es cara.

Levante las cejas.
-¿Tu crees que mi querido padre me dará un solo centavo para comprar una escoba?-me reí irónica-. Tendré que juntar el dinero, tal vez puedo conseguir un trabajo…-me encogí de hombros-, a escondidas, claro. Te agradecería que no lo comentes con nadie.

-Gracias. Creo que si yo puedo juntar el dinero, tu también podrás, y solo tienen un modelo… ¿Sabes lo que quiere decir eso?-le dije con una sonrisa desafiante.

Me reí.
-Que aburrida eres, Ginny-le dije pero no con la intención de ofenderla.

La mire y le dedique una media sonrisa.
-Si, pero para cuando sea mas barta… cualquiera podrá tenerla…

-No me interesa que los demás también puedan tenerla, me interesa tenerla antes que los demás, si no eres la primera-me encogí de hombros-, eres la última… A demás no estoy acostumbrada a esperar a que las cosas bajen su precio y eso no va a cambiar solo porque no tengo la comodidad del dinero-me reí-. Es tan cierto eso de que cada cabeza es un mundo, ¿No crees?

-Ni yo al tuyo. No me lo tomes a mal, pero me parece… mediocre.
Le di la espalda a Ginny para ver lo que estaba detrás de mí, al parecer la Saeta era lo único nuevo, ya lo había visto todo, no tenía a que quedarme.
-Nos vemos luego, Ginny, te cuidas.
Salí del lugar a paso lento viéndolo todo a mi paso, pero solo para comprobar que no había nada nuevo, que aburrido…

veo a lo lejos a ginny y me acerco para saludarla* -hola ginny!!

-bien, solo viendo que nuevo an sacado !

En cuanto me entere de que había una tienda de quidditch vine a verla, y por fortuna me encontré con Ginny, ella estaba con otro muchacho.
-Hola-los salude a los dos.

-¿Viniste a comprar algo, Ginny?-mire al chico de lentes-. Hola, me llamo Arlley.