Sin saber que espero

-No, Ginny, yo no me escondo de nadie, y no tengo miedo de que me vean, en especial si el que me ataco es tan cobarde como para no mostrarse.

-A mi no me van a tomar otra vez por sorpresa. Mira Ginny tu me estas siguiendo a mi, así que aremos las cosas a mi manera.

-¿Inteligente? Si tienes razón, vamos a entrar al callejos a obscuras y tropezándonos con las casas, porque no se si ya te diste cuenta pero no es una noche muy iluminada que digamos. ¿O que sugieres tu?

-Ya te lo dije, a mi no me van a tomar desprevenida otra vez. Y descuida, si tienes miedo puedes irte, no te voy a rogar que te quedes. La verdad, Ginny, y no me lo tomes a mal, me estorbarías, estaría más preocupada por ti que alerta.
Justo en ese momento se escucho una especie de explosión.
- Partis temporus-dije rápidamente, pero nada parecía atacarnos.
…

Bufe.
-Pues si, lo soy, ¿Y que?

No escuche el hechizo, yo miraba a Ginny cuando note el cambio de clima y que el cielo se obscurecía aun mas, mire hacia arriba, ahí estaba, tapando la luna, la marca de el Señor Tenebroso, no podía despegar mis ojos de ella, mi cuerpo estaba paralizado, y es que tenía miedo, miedo de verdad, jamás había estado tan asustada en mi vida, y lo peor era que ni siquiera me asustaba el hecho de saber que había mortifagos a escasos metros de nosotros y que seguramente ellos nos habían atacado, lo que me daba miedo era lo que la marca de el Señor Tenebroso me hacía sentir.
Yo miraba la marca endiosada, era hermosa, perfecta, impecable y terriblemente familiar. Recordaba haber visto a mi mamá conjurarla, hace muchos años… “Morsmordre” recordaba perfectamente el hechizo, la exacta pronunciación y la cadencia y pación con la que se conjuraba…
Ahora me quedaba claro lo de las cartas: Ginny no debía haberla recibido sino Draco, seguramente así era, por eso nos habían atacado, para que Ginny se fuera. La mire, tenía que llevármela de aquí, no debía averiguar quien había conjurado la marca de el Señor Tenebroso.
-Vámonos, no deben vernos-la tome de la mano y la jale, comencé a correr, yo después regresaría…

-¿Averiguar? ¿Qué quieres averiguar? ¿Estás loca? Vámonos.

-Si, antes de saber que avía mortifagos… Ginny, por favor, vámonos.

No lo pude evitar y los ojos se me fueron una vez mas a la marca de el Señor Tenebroso. ¿Mis tíos estarían libres? ¿Abrían logrado escapar? Me moría por saberlo… Después, me dije a mi misma.
Comencé a caminar remolcando a Ginny conmigo.

Aun estábamos muy lejos de las casas, pero llegamos a un lugar que yo considere lo suficientemente alejado como para que Ginny metiera la nariz, me detuve.
-Ginny, esa carta que te llego, ¿Tenia tu nombre? ¿Te consta que era para ti? Dejame verla.

Fruncí el ceño… si era para ella… Saque el mío, era totalmente distinto al de ella, mucho mas informal, y en ningún lugar decía que fuera para mi. Me había equivocado, no eran para Draco y para mi…

La mire.
-Nada, es que…-no podía decirle lo que pensaba-, la mía no dice para quien es…

-Sincérate Cissy

No, no le diría.
-Es eso nada más, es que se me hace muy raro, nosotras no tenemos ninguna relación…